viernes, 1 de agosto de 2014

CARAVAGGIO, UN MISTERIOSO PINTOR: SU OBRA "MUERTE DE LA VIRGEN".


            Michelangelo Merisi, “Caravaggio”. (1571-1610). Caravaggio, nombre por el que se le conoce, le viene al artista de su tierra natal, un pueblo situado en la provincia de Bérgamo. No hay duda de que se trata de una de las figuras más misteriosas de la historia del arte.  De pésima reputación,  fue arrestado y encarcelado en multitud de ocasiones. Admitió el asesinato de su contrincante, que había hecho trampa mientras se enfrentaban a la “pallacorda” (juego de pelota con raqueta de origen francés), aunque los rumores le atribuían otros asesinatos e incluso de ser culpable de pederastia, según algunos autores. Adepto a los duelos, al alcohol o a los altercados, parecía más un personaje de una novela de capa y espada que de un gran pintor. Fue uno de los artistas más innovadores y revolucionarios de la historia del arte, rebelándose contra “el manierismo” (manera de pintar de su predecesores), calificándolo de “limitado, amanerado y académico”. El realismo en sus obras estremece, caracterizado por la perfección del claroscuro y la utilización de gente del pueblo llano como modelos. Su forma de tratar la pintura religiosa le ocasionó muchos problemas. El misterio, como no podía ser de otra manera, le rodeó hasta en el momento de su muerte. Tal es, que se le pierde la pista en una playa, al Norte de Roma. Algunas hipótesis aluden a un posible asesinato por parte de alguno de sus múltiples enemigos. Varios avisos a la corte de Urbino, informaron que el artista había muerto víctima de unas fuertes fiebres. Lo cierto es que las irregularidades fueron tales que nunca se supo la verdad. Su cuerpo nunca se encontró.
 
            A continuación traemos a este espacio una de sus obras más polémicas, la cual causó gran revuelo en la sociedad de su tiempo, tanto por el tratamiento de los personajes como por las "historias misteriosas" que rodearon a la pintura.

LA OBRA "MUERTE DE LA VIRGEN".
“Muerte de la Virgen”. Caravaggio. Actualmente en el Museo del Louvre.
            Muerte de la Virgen, es una obra creada por Caravaggio, durante 1605-1606. El lienzo fue un encargo realizado desde la iglesia de Santa María della Scala, Roma, y se trata de una pintura de grandes dimensiones (369 x 245 cm), donde se representa el momento de la muerte de la Virgen. Con una composición articulada a través de la convergencia de las diagonales que conforma el cuerpo de la Virgen (de los pies a la esquina superior derecha y desde el su brazo hacia la esquina superior derecha del lienzo, según se mira). Destaca el realismo de los rostros de los personajes, que reflejan angustia y dolor, siendo iluminados por una poderosa luz que irrumpe desde la derecha, que lucha contra las sombras, e ilumina calvas, rostros, cuellos o manos, que están envueltos por el fuerte cromatismo rojo que el pintor otorga a los ropajes de la Virgen, así como a los cortinajes que cuelgan de las vigas del techo.
            Hasta aquí todo parece ser normal. El problema está en como acogió el lienzo la comunidad carmelita de Santa María della Scala. La forma de tratar el tema por parte del autor, les llevó a rechazar la obra. Para empezar, el artista presenta la “Muerte de la Virgen”, como una escena nocturna, algo que ningún artista se había atrevido a hacer antes.
            El modo, totalmente profano, en que Caravaggio representa la escena de la muerte de la Madre de Jesús (panorama propio de cualquier lazareto u hospicio), que tiene lugar en una estancia en la que el mobiliario brilla por su ausencia, (a excepción de una simple camilla sobre la que yace el cadáver de la Virgen, una silla y una palangana), donde los asistentes se encuentran de tertulia en pequeños grupos,… o lo más grave, el tratamiento que el artista le da a la figura de la Virgen, el cual fue tachado casi de herético, al representar una mujer desprovista del halo de santidad que se le confería a la Madre del Cristo, con los pies descalzos y descuidadamente desnudos, piel verdosa y vientre hinchado.
            Si a esto le sumamos un rumor que surgió entorno a la obra, que hablaba sobre la utilización del pintor del cadáver de una mujer que se había ahogado en río Tíber, como modelo para la figura de la Virgen, podemos hacernos una idea de la que se armó entorno a este lienzo. Se hablaba de que la mujer se había ahogado al lanzarse desde un puente. La posibilidad de que esta mujer se hubiese suicidado, era incurrir en un gran pecado, para poder servir de modelo, máxime para representar a la Madre de Cristo. Otras versiones hablan de que Caravaggio usó como modelo a una prostituta cuyo cuerpo se había encontrado en las aguas del Tíber. La hipótesis de la muerte  por ahogamiento, justificaría el vientre hinchado y el extraño color de la piel con el que se representa a la Virgen.
            Otra de las curiosidades es que ante el rechazo de los carmelitas y el problema de encontrar comparador para la obra, por el escándalo que la rodeaba, esta fue adquirida por Vicenzo Gonzaga, Duque de Mantua, aconsejado por el embajador de la corte de Mantua, ni más ni menos que el mismísimo Peter Paul Rubens. Posteriormente la obra fue adquirida en 1628, junto con la mayor parte de la colección del Duque, por Carlos I de Inglaterra, pasando tras la muerte de este, a ser propiedad del banquero parisino Jabach, antes de adquirirla el monarca Luis XIV de Francia.

 

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